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ia campo
Una buena opción para otoño-invierno
HUERTA ORGANICA

Para estar sano hay que tener una alimentación saludable y variada, que incluya frutas y verduras frescas, que nos proveen de vitaminas, minerales, fibra y agua. Y la huerta orgánica es una fuente segura y saludable que nos ofrece diariamente buenos alimentos. En esta nota les damos pautas para producir hortalizas en su casa en esta época del año.
Preparando los canteros
Los canteros pueden tener diferentes formas y tamaños, incluso podemos hacer nuestra huerta en macetas. Pero siempre tenemos que tomar en cuenta que la tierra tiene que estar limpia (sin yuyos, cascotes o vidrios). Si hacemos los canteros en la tierra, hay que marcarlos con estacas e hilo, mover la tierra con una laya o tridente, sin darla vuelta, romper los terrones grandes y rastrillar para nivelar. Es importante que la tierra esté suelta y esponjosa. Si está compacta o apelmazada, es bueno incorporarle viruta y hacerle un manto de buena tierra orgánica o lumbricompuesto. Recuerden que las plantas aromáticas y las flores (como los copetes) son grandes aliadas de nuestra huerta ya que, con sus perfumes y colores, ahuyentan los insectos dañinos y atraen a los benéficos, además de proveernos de excelentes sabores para nuestra cocina.
La siembra
Antes de sembrar tenemos que hacernos tres preguntas: qué, cómo y dónde sembramos.
Para saber qué sembrar, hay que conocer el calendario de siembra de cada estación. En otoño-invierno sembramos: ajo, arveja, brócoli, cebolla, coliflor, escarola, espinaca, haba, puerro, radicheta y repollo. La espinaca va a ser la primera en estar lista para la cosecha (entre 45 y 60 días) y el ajo el que más va a tardar (entre 150 y 180 días).
También tenemos hortalizas que, según la variedad, podemos sembrar y consumir todo el año: acelga, apio, lechuga, perejil, rabanito, remolacha y zanahoria.
Cómo sembramos: las semillas grandes y fáciles de manejar y también las que no toleran el transplante (zanahoria, perejil, rabanito, radicheta, espinaca, remolacha se siembran directamente en el cantero donde, previamente, se hacen surcos,). Cuando las semillas son muy pequeñas y delicadas, hacemos almácigos.
Almácigo
Podemos prepararlo en cajones de madera, latas de dulce o macetas. En el fondo colocamos una capa de piedras pequeñas, una capa de tierra buena y en la superficie una capa de tierra fina mezclada con abono compuesto. Marcamos surcos paralelos a 10 cm con una tablita, ponemos las semillas, cubrimos con tierra fértil y regamos con lluvia fina. Lo protegemos del frío y del calor excesivo, regamos y, cuando las plantas tienen 3 ó 4 hojas o cuando el tallo tiene el grosor de un lápiz, transplantamos, retirando las plantitas delicadamente con una cuchara (es preferible hacerlo al atardecer o en días nublados) Abrimos agujeros en el cantero con un plantador o un palo, colocamos los plantines con tierra en las raíces, cubrimos presionando suavemente. Recomendación: cubrir el suelo con pasto seco para proteger la tierra del sol y los golpes de agua de la lluvia y el riego
Dónde sembramos: en la huerta orgánica sembramos haciendo asociaciones entre diferentes especies, imitando la convivencia armónica que se da en la naturaleza. La asociación nos permite aprovechar mejor el espacio (hortalizas de crecimiento vertical como el puerro con lechugas, de crecimiento horizontal) y los nutrientes de la tierra, ya que las que tienen raíces profundas consumen nutrientes más profundos y las de raíces cortas, nutrientes más superficiales, manteniendo el equilibrio en la tierra. Este ambiente también nos permite controlar mejor el crecimiento de malezas porque tienen menos espacio para crecer.
Importancia de las rotaciones: para comprender por qué hay que hacer rotaciones en la huerta orgánica, tenemos que ver las diferencias entre hortalizas reponedoras, consumidoras rústicas y consumidoras finas.
Reponedoras, son plantas que enriquecen la tierra, aportan fertilidad. Son las leguminosas: poroto, haba, arveja, soja.
Consumidoras rústicas: pueden crecer bien en tierras con materia orgánica en bruto.: repollo, tomate, acelga y zapallo.
Consumidoras finas: necesitan tierra fina, materia orgánica bien descompuesta: lechuga, zanahoria, espinaca.
Para hacer rotaciones beneficiosas, tomamos como regla que en nuestros canteros se sucedan:
Hortalizas de raíz (zanahoria, remolacha, etc)
Hortalizas de hoja (lechuga, acelga, espinaca)
Hortalizas de fruto (tomate, pimiento, berenjena, zapallo)
Esto nos va a permitir que las plantas aprovechen mejor todas las capas de la tierra y los nutrientes y que las siembras asociadas, al sembrar variedades que no compiten por los mismos nutrientes, aprovechen al máximo nuestro terreno y prevenimos el ataque de plagas y enfermedades.

Recuerden: somos lo que comemos, consumamos alimentos de calidad producidos de manera segura en nuestras huertas y tendremos familias más saludables.

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