El Xeripaisajismo (del griego xero=seco) se refiere a la formación de jardines con plantas y técnicas para disminuir al mínimo el consumo de agua. La sequía siempre se ha considerado una limitación para el desarrollo de jardines. Nos bombardean con fotos de jardines exuberantes, generalmente de Buenos Aires o el norte de Europa, donde las rosas y las santa ritas crecen entremezcladas y los céspedes relucen con sus verdes. Parece un sueño inalcanzable. Pero quizá estamos equivocados, al tratar de recrear estos jardines utilizando especies no propicias para la zona y cantidades desmedidas de agua, que es justamente lo que escasea. Al regar tanto, estamos perjudicando las plantas que están adaptadas a éste clima y que, sabiéndolas utilizar pueden crear jardines muy interesantes con mucho menos esfuerzo.
A nuestro alrededor tenemos plantas silvestres (yuyos para algunos) que en Europa consideran muy especiales, ejemplos serían los Verbascum, Verbenas, Caesalpineas, Oenotheras, Zinnias, varias gramíneas, enredaderas y muchas otras. Estas especies no requieren ningún cuidado, pero si queremos mas variedad hay un sinnúmero de plantas que resisten la sequía y los fríos que funcionarían muy bien en nuestra zona, con un mínimo de atención. Algunas ya las conocemos como los agapantus, las santolinas o algunas salvias, ¿pero cuántas más hay por conocer? Por mencionar algunas los Echinops, Perovskia, Cistus, Ceanothus y Fremontodendron, la lista es interminable.
La elección de la planta en el vivero es muy importante. Por mas linda que parezca de nada sirve comprar una planta criada con hormonas, fertilizantes y todo el agua que quiera (generalmente traídas de Buenos Aires) y ponerla en un jardín de Traslasierra.
Lo que tenemos que buscar en una planta de vivero es un desarrollo radicular bueno y una parte aérea en equilibrio con éste, a la que el traspaso al jardín no le provoque un fuerte shock.
Luego tenemos que ver como y donde plan-tamos. Si no podemos vivir sin césped ni hortensias, pongámoslos cerca de la casa y disminu- yamos al mínimo el área de cuidado. El resto del espacio lo podemos plantar con xerófilas, cubriendo el suelo con un "mulch" para disminuir la pérdida de agua y cubresuelos adap-tados generando cobertu- ras de diferentes colores, sin necesidad de corte ni riego.
Por último el riego. El primer año todas las plantas van a necesitar ser regadas, pero lo que queremos es fomentar el desarrollo de raíces profundas. Por lo que los riegos deben ser abundantes, localizados y espaciados en el tiempo. Lo peor que podemos hacer es regar todos los días con aspersores porque fomentan el desarrollo de raíces superficiales y las plantas sufrirán ante la primer sequía.

Fuente: vivero La Sophia